El espacio Schengen representa uno de los hitos más significativos del proyecto europeo. Sus orígenes se remontan a 1985, cuando surgió como una iniciativa intergubernamental que involucraba a cinco naciones de la Unión Europea: Francia, Alemania, Bélgica, los Países Bajos y Luxemburgo. Con el tiempo, este espacio ha experimentado un crecimiento progresivo, hasta llegar a ser la más extensa área de libre circulación a nivel mundial.
¿Qué es el espacio Schengen?
Schengen es el nombre de una pequeña localidad ubicada en Luxemburgo, que colinda con las fronteras de Alemania y Francia. Fue en este pintoresco lugar donde se rubricaron dos importantes acuerdos: el Acuerdo de Schengen en 1985 y el Convenio de Schengen en 1990.
La adhesión a un espacio desprovisto de controles fronterizos internos implica que los países:
- No realizan inspecciones en sus fronteras internas, a menos que se presenten amenazas específicas.
- Implementan procedimientos de control armonizados en sus fronteras exteriores, siguiendo criterios claramente establecidos.
El conjunto de regulaciones que rige el espacio Schengen recibe el nombre de “Código de Fronteras Schengen”.
¿Qué países forman parte?
En la época actual, el espacio Schengen se extiende por más de 4 millones de kilómetros cuadrados y alberga una población cercana a los 420 millones de individuos. Esta zona engloba a 27 países, compuestos por:
- 23 de los 27 Estados miembros de la Unión Europea.
- Todos los estados miembros de la Asociación Europea de Libre Comercio, que incluyen a Islandia, Liechtenstein, Noruega y Suiza.
A partir del 1 de enero de 2023, Croacia se sumó como el país número 27 en ser plenamente parte del espacio Schengen. Sin embargo, es importante destacar que aún persisten los controles en las fronteras internas de Bulgaria, Chipre y Rumanía, y que Irlanda no forma parte del espacio Schengen.
En concreto, los países que forman parte del espacio Schengen son: Alemania, Austria, Bélgica, Croacia, Dinamarca, Eslovaquia, Eslovenia, España, Estonia, Finlandia, Francia, Grecia, Hungría, Islandia, Italia, Letonia, Liechtenstein, Lituania, Luxemburgo, Malta, Noruega, Países Bajos, Polonia, Portugal, República Checa, Suecia y Suiza.
Ventajas del espacio Schengen
El espacio Schengen, un logro notable del proceso de integración europea, ha transformado la manera en que más de 400 millones de personas experimentan la libertad de viajar sin las restricciones fronterizas habituales en los países miembros. Cada día, aproximadamente 3.5 millones de personas cruzan estas fronteras internas por diversas razones, que van desde motivos laborales y académicos hasta visitas familiares y encuentros con amigos. Además, alrededor de 1.7 millones de personas eligen establecerse en una nación Schengen mientras continúan trabajando en otra, lo que crea una dinámica única de movilidad.
Estas cifras impactantes ilustran la verdadera magnitud de la interacción y conexión que se da en el espacio Schengen. En conjunto, los europeos realizan anualmente aproximadamente 1,250 millones de desplazamientos dentro de esta zona de libre circulación, lo que tiene un impacto significativo en el turismo y enriquece profundamente el ámbito cultural.
Además de los beneficios sociales y culturales, el espacio Schengen también impulsa la economía de los países que lo conforman. Facilita el comercio, fomenta la inversión y fortalece la cooperación entre empresas en toda la Unión Europea. Esto demuestra que el espacio Schengen no solo promueve la movilidad de personas, sino que también desempeña un papel esencial en el marco más amplio de la Unión Europea y el mercado único. Su contribución a la prosperidad económica y al fortalecimiento de los lazos culturales es innegable, consolidando su lugar como uno de los logros más destacados del proyecto europeo.
¿Pueden beneficiarse ciudadanos de terceros países?
Los ciudadanos de países no pertenecientes a la Unión Europea que residen en la UE o que visitan la UE con fines turísticos, estudiantiles o comerciales también gozan del beneficio de desplazarse entre los países de Schengen sin verse sometidos a controles fronterizos.
Para los viajeros en tránsito o aquellos que planean estancias breves en el espacio Schengen, la Unión Europea ha implementado regulaciones unificadas en cuanto a visados.
La adopción de acuerdos sobre una política de visados común en la UE es esencial para el funcionamiento eficiente del espacio Schengen sin fronteras, ya que agiliza la entrada de visitantes en la UE al mismo tiempo que fortalece la seguridad interna.
¿En qué ha mejorado la seguridad en la UE?
Uno de los principales objetivos del espacio Schengen radica en salvaguardar a sus ciudadanos a través de una cooperación reforzada entre las fuerzas de seguridad, las autoridades aduaneras y los organismos encargados del control de las fronteras exteriores de todos los Estados miembros. Estas nuevas formas de colaboración se han introducido con el propósito de compensar cualquier eventual riesgo de disminución en la seguridad tras la eliminación de los controles en las fronteras internas.
Dentro del marco de la cooperación policial, el espacio Schengen facilita:
- La mejora de los sistemas de comunicación entre las fuerzas de seguridad.
- La persecución de delincuentes a través de las fronteras.
- La vigilancia de sospechosos en contextos transfronterizos.
- La prestación de asistencia operativa recíproca.
- El intercambio directo de información entre las autoridades policiales.
Esto representa una ventaja significativa en la lucha contra el terrorismo y la delincuencia grave y organizada, abarcando asuntos como la trata de seres humanos y la migración ilegal.
¿Cómo se pueden adherir los países al estado Schengen?
Los países interesados en unirse al espacio Schengen deben satisfacer una serie de condiciones previas.
Estas condiciones incluyen:
- La implementación del conjunto común de reglas de Schengen, conocido como el “acervo de Schengen”. Esto abarca aspectos como los controles fronterizos, la emisión de visados, la colaboración policial y la protección de datos personales.
- La asunción de la responsabilidad de controlar las fronteras exteriores en representación de otros países Schengen y la emisión de visados Schengen uniformes.
- La colaboración efectiva con las fuerzas de seguridad de otros países Schengen para mantener un alto nivel de seguridad una vez que se han eliminado los controles en las fronteras internas.
- La conexión al Sistema de Información de Schengen (SIS) y su utilización.
Para determinar si un país cumple con estas condiciones, se llevan a cabo evaluaciones específicas. Si la evaluación confirma que un Estado miembro está preparado para unirse al espacio Schengen sin controles en las fronteras internas, la decisión final debe ser aprobada por unanimidad por los demás miembros del espacio Schengen, previa consulta al Parlamento Europeo.
¿Pueden restablecerse los controles fronterizos internos?
Durante el período de 2020 a 2022, varios países de la Unión Europea optaron por reimponer controles fronterizos internos en respuesta a la pandemia de la COVID-19. Además, en otras ocasiones, como en 2015 tras los atentados terroristas o frente a un aumento en los flujos migratorios hacia la UE, se han reintroducido controles similares.
Es fundamental entender que el restablecimiento de los controles fronterizos internos solo debe considerarse como una medida de último recurso.
Circunstancias excepcionales
El Código de Fronteras Schengen otorga a los Estados miembros la capacidad de restablecer controles fronterizos en fronteras internas específicas en situaciones excepcionales que amenacen el funcionamiento global del espacio Schengen.
En estas circunstancias, el Consejo puede recomendar, a propuesta de la Comisión Europea, que uno o varios Estados miembros vuelvan a implementar controles fronterizos. La instauración de tales controles en momentos excepcionales debe contar con la aprobación del Consejo.
Respuesta a una amenaza grave
El Código de Fronteras Schengen también establece la posibilidad de que los Estados miembros implementen controles fronterizos temporales como respuesta a una amenaza grave para el orden público o la seguridad interna.
En este escenario, el Estado miembro correspondiente debe notificar su intención a la Comisión y a los demás países de la Unión Europea con al menos cuatro semanas de antelación a la introducción de los controles, o en un plazo más corto si las circunstancias no se conocen previamente. Cabe destacar que en este caso, el restablecimiento de los controles internos no requiere la aprobación del Consejo.
Protección de las fronteras exteriores
La Unión Europea y sus Estados miembros han implementado medidas concretas destinadas a fortalecer la seguridad en Europa y reforzar las fronteras exteriores de la UE.
Entre estas medidas destacan la creación de la Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas (Frontex) y el desarrollo del Sistema de Información de Schengen (SIS).
En toda la Unión Europea, las autoridades hacen uso del SIS para ingresar o consultar información sobre individuos y objetos que estén buscados o desaparecidos. Este sistema alberga aproximadamente 91 millones de descripciones y, en el año 2019, se registraron más de 6,700 millones de consultas por parte de las autoridades.
El SIS también proporciona directrices a las autoridades respecto a cómo proceder cuando se localiza a una persona o un objeto, incluyendo aspectos como: la detención de una persona buscada, la protección de una persona vulnerable que se encuentra desaparecida o la confiscación de objetos ilegales o robados.
Adicionalmente, se están perfeccionando o desarrollando diversas herramientas informáticas que contribuirán a combatir la delincuencia y a proteger las fronteras. Entre estas herramientas se incluyen:
- El Sistema de Información de Visados (VIS).
- El Sistema de Entradas y Salidas (SES).
- El Sistema Europeo de Información y Autorización de Viajes (SEIAV).