El recurso de apelación es una herramienta legal utilizada para impugnar ciertas decisiones judiciales con el propósito de que sean revisadas por un tribunal de instancia superior.
Su objetivo principal es someter a una segunda instancia la resolución previamente dictada, permitiendo así que un órgano jurisdiccional superior examine y decida sobre la validez, corrección o justicia de una sentencia, total o parcialmente desfavorable, emitida en primera instancia.
En esencia, este recurso busca corregir posibles errores procesales o interpretaciones erróneas del derecho que hayan influido en el resultado del caso.
Proporciona a las partes la oportunidad de obtener una revisión imparcial y exhaustiva de la decisión inicial, lo que puede conducir a la anulación, modificación o revocación de la sentencia impugnada.
La apelación funciona como un mecanismo de control de la legalidad y la equidad de los procedimientos judiciales, asegurando que se respeten los derechos de las partes involucradas y que se administre justicia de manera imparcial y adecuada. Además, contribuye a la coherencia y uniformidad en la interpretación y aplicación del derecho, al permitir que los fallos sean revisados y corregidos en caso necesario.
Características
Además de comprender qué implica un recurso de apelación, es fundamental entender sus características principales:
- Jurisdiccionalidad: El recurso de apelación constituye una vía legal dirigida a impugnar una decisión judicial, lo que significa que su presentación implica recurrir a la jurisdicción para solicitar una revisión de la sentencia.
- Carácter ordinario: Se considera un recurso ordinario, lo que implica que puede ser interpuesto sin la necesidad de que existan motivos específicos o tasados para hacerlo. Esto brinda a las partes la posibilidad de cuestionar la sentencia en su totalidad, tanto en lo relativo a los hechos como al derecho.
- Amplitud revisora: El órgano jurisdiccional al que se presenta el recurso de apelación tiene la facultad de examinar tanto los elementos fácticos como jurídicos de la sentencia impugnada. Esta amplitud revisora permite una evaluación exhaustiva de la decisión adoptada en primera instancia y puede conducir a su modificación, anulación o confirmación, según corresponda.
Estas características fundamentales del recurso de apelación aseguran que las partes involucradas tengan la oportunidad de cuestionar y buscar una revisión completa y equitativa de la sentencia emitida en primera instancia.
¿Quiénes pueden presentar un recurso de apelación?
El recurso de apelación puede ser interpuesto por aquellos que estén legalmente facultados como parte demandante o demandada según lo dispuesto en la Ley 29/1998, de 13 de julio, reguladora de la Jurisdicción Contencioso-administrativa.
En este contexto, tienen legitimidad en el ámbito de la jurisdicción contencioso-administrativa, entre otros:
– Personas físicas o jurídicas que posean un derecho o interés legítimo.
– Corporaciones, asociaciones, sindicatos, grupos y entidades afectadas o autorizadas para defender intereses legítimos colectivos.
– Administración del Estado, cuando tenga un derecho o interés legítimo para impugnar actos y disposiciones de la Administración de las Comunidades Autónomas y organismos públicos relacionados, así como de las Entidades locales.
– Administraciones de las Comunidades Autónomas.
– Entidades locales territoriales.
– Ministerio Fiscal, para intervenir en procesos determinados por la ley.
– Entidades de derecho público con personalidad jurídica propia vinculadas o dependientes de cualquier Administración pública.
– Cualquier ciudadano, en ejercicio de la acción popular, en casos expresamente previstos por las leyes.
– Autoridad Independiente para la Igualdad de Trato y la No Discriminación.
– Partidos políticos, organizaciones sindicales, organizaciones empresariales, asociaciones profesionales de trabajadores autónomos, asociaciones de consumidores y usuarios, para la defensa de derechos e intereses de personas víctimas de discriminación por orientación e identidad sexual, expresión de género o características sexuales, con la autorización expresa de las personas afectadas.
Esta amplia gama de partes legitimadas refleja la diversidad de intereses y derechos que pueden estar en juego en un proceso contencioso-administrativo.
Actos susceptibles
Basándonos en la naturaleza del recurso de apelación, podemos identificar los actos susceptibles de ser impugnados mediante este recurso. Entre ellos se encuentran las sentencias emitidas por los Juzgados de lo Contencioso-administrativo y los Juzgados Centrales de lo Contencioso-administrativo, que cumplen con los siguientes criterios:
1. Declaran la inadmisibilidad del recurso cuando su cuantía no excede los 30.000 euros.
2. Son emitidas en el marco del procedimiento para la protección de los derechos fundamentales de la persona.
3. Resuelven disputas entre Administraciones públicas.
4. Resuelven impugnaciones indirectas de disposiciones generales.
No obstante, existen excepciones a estos casos, como por ejemplo:
– Los asuntos cuya cuantía no supere los 30.000 euros.
– Aquellos relacionados con materia electoral.
Por otro lado, son autos que pueden ser objeto de apelación:
1. Los que ponen fin a la vía administrativa.
2. Los emitidos en el proceso de ejecución de sentencia.
3. Los relacionados con la ejecución provisional de sentencia.
4. Los que declaran la inadmisibilidad del recurso contencioso-administrativo.
5. Los que autorizan la entrada en domicilios.
6. Los que establecen medidas urgentes y necesarias para la salud pública, implicando restricciones o limitaciones de la libertad.
7. Los autos que determinan la extensión de efectos, particularmente en materia de personal tributario (artículos 110 y 111 de la Ley de la Jurisdicción Contencioso-administrativa).
Plazo para presentar el Recurso de Apelación.
El recurso de apelación debe ser presentado ante el Juzgado que emitió la sentencia en cuestión dentro de un período de quince días a partir de la fecha en que se notificó dicha sentencia.
Este plazo es crucial, ya que determina la ventana de tiempo en la cual las partes involucradas pueden impugnar la decisión del tribunal de primera instancia.
Durante este período, las partes deben preparar y presentar sus recursos de apelación junto con toda la documentación pertinente que respalde sus argumentos y alegatos.
Es importante tener en cuenta que el cumplimiento de este plazo es fundamental para garantizar el derecho de las partes a impugnar la sentencia y buscar una revisión por parte de un tribunal de segunda instancia.
¿Qué sucede si el recurso de apelación se entrega fuera del plazo establecido?
Transcurrido el plazo de quince días sin que se haya presentado el recurso de apelación, el Secretario Judicial procederá a declarar la sentencia como firme.
Este paso es crucial en el proceso legal, ya que significa que la decisión del tribunal de primera instancia se vuelve definitiva y vinculante para todas las partes involucradas en el caso.
Una vez que una sentencia se declara firme, las partes ya no pueden impugnarla ni presentar recursos adicionales contra ella. Esto establece un punto final en el proceso legal y permite que se implementen las medidas y disposiciones establecidas en la sentencia de manera efectiva y sin más demoras.
Forma en la que se presenta el recurso de apelación
El recurso de apelación se formalizará mediante un escrito debidamente fundamentado que deberá incluir las argumentaciones que sustentan el recurso.
En este documento, las partes también tienen la posibilidad de solicitar nuevas pruebas en caso de que hayan sido denegadas o no realizadas adecuadamente durante la primera instancia, siempre y cuando no les sean imputables las causas que lo impidieron.
Asimismo, pueden requerir la celebración de una vista, la presentación de conclusiones o que el caso sea declarado concluido, sin necesidad de más trámites, para proceder a dictar sentencia.
Tramitación del recurso de apelación
La tramitación del recurso de apelación sigue los siguientes pasos:
1. Una vez presentado el escrito de apelación que cumple los requisitos y concierne a una sentencia apelable, el Secretario judicial emitirá una resolución admitiendo el recurso, sin posibilidad de recurso adicional. Luego, se notificará el recurso a las otras partes, quienes tendrán quince días para oponerse.
2. En caso contrario, es decir, si el recurso no cumple con los requisitos legales o no se refiere a una sentencia susceptible de apelación, el Secretario judicial lo pondrá en conocimiento del Juez. Este último podrá denegar la admisión mediante un auto, que podrá ser impugnado mediante recurso de queja, cuya tramitación seguirá lo establecido en la Ley de Enjuiciamiento Civil.
3. En el escrito de oposición, la parte apelada puede impugnar la admisión del recurso. El Secretario judicial dará vista a la parte apelante por cinco días para responder. También, la parte apelada puede unirse al recurso y exponer los puntos donde cree que la sentencia le perjudica. El Secretario dará traslado al apelante por diez días para que pueda objetar la adhesión.
4. Después de vencidos los plazos, el Juzgado enviará los documentos y escritos pertinentes a la Sala de lo Contencioso-administrativo. Las partes serán citadas para comparecer ante la Sala dentro de los siguientes treinta días, donde se decidirá sobre la admisión del recurso y la posibilidad de presentar nueva evidencia.
5. Si la Sala considera pertinente la práctica de pruebas, se llevará a cabo con la citación de todas las partes involucradas.
6.Las partes pueden solicitar vista, conclusiones escritas o que el pleito se declare concluso para sentencia en los escritos de interposición y oposición al recurso. El Secretario judicial tomará medidas como fijar fecha para la vista o requerir conclusiones por escrito, según el caso.
Plazo de tiempo para dictar sentencia en el recurso de apelación
La Sala emitirá su fallo dentro de los diez días posteriores a la declaración de conclusión del caso para su sentencia.