¿Qué es un falso autónomo?
Los falsos autónomos son trabajadores que, aunque formalmente están dados de alta como autónomos en los registros de la seguridad social o hacienda, en realidad mantienen una relación laboral más similar a la de un empleado por cuenta ajena.
Realizan su trabajo de forma subordinada a una empresa o empleador, siguiendo sus directrices, horarios y utilizando sus recursos, pero sin disfrutar de los derechos y protecciones laborales que tendrían como empleados.
Esta situación puede darse en diversos ámbitos laborales, desde repartidores y conductores de plataformas de transporte hasta trabajadores de la construcción, pasando por profesionales freelance que son contratados de manera exclusiva por una única empresa.
Las empresas a menudo recurren a esta práctica con el fin de reducir costos laborales y evitar ciertas obligaciones.
Por otro lado, los trabajadores se ven privados de los beneficios y protecciones que tendrían en una relación laboral convencional, como la seguridad social, el derecho a vacaciones pagadas, indemnizaciones por despido, etc.
Ahorros de los costes de seguridad social de los falsos autónomos
Los falsos autónomos pueden generar ahorros significativos para las empresas en términos de seguridad social y otros beneficios laborales. Aquí hay algunas formas en las que esto puede ocurrir:
Cotizaciones a la seguridad social:
Cuando una empresa contrata a un empleado por cuenta ajena, está obligada a pagar una parte de las cotizaciones a la seguridad social del trabajador, además de retener y pagar la parte correspondiente del trabajador.
Sin embargo, en el caso de los autónomos, la empresa no tiene la obligación de contribuir a estas cotizaciones. Por lo tanto, al contratar falsos autónomos, las empresas pueden eludir el costo asociado con las contribuciones del empleador a la seguridad social.
Costos laborales adicionales:
Además de las cotizaciones a la seguridad social, las empresas también incurren en otros costos laborales asociados con los empleados por cuenta ajena, como las vacaciones remuneradas, las indemnizaciones por despido, los permisos por enfermedad, entre otros.
Estos costos no se aplican a los autónomos.
Por lo que las empresas pueden ahorrar significativamente al no tener que proporcionar estos beneficios a los falsos autónomos.
Flexibilidad contractual:
Al contratar falsos autónomos, las empresas pueden establecer contratos más flexibles y adaptados a sus necesidades específicas, sin tener que cumplir con las regulaciones laborales que se aplican a los empleados por cuenta ajena.
Esto les permite ajustar fácilmente la carga de trabajo y los horarios según la demanda del negocio.
Reducción de responsabilidades legales y administrativas:
Al evitar la contratación de empleados por cuenta ajena, las empresas pueden reducir la carga administrativa y las responsabilidades legales asociadas con la gestión de personal.
Esto incluye la simplificación de la gestión de nóminas, la reducción del riesgo de demandas laborales y la eliminación de la necesidad de cumplir con ciertas normativas laborales.
¿Qué riesgos tiene el falso autónomo?
Vulneración de derechos laborales:
Los falsos autónomos suelen carecer de los derechos laborales básicos que tendrían como empleados por cuenta ajena, como el derecho a vacaciones remuneradas, la protección contra el despido injustificado, la cobertura del seguro de desempleo, y otros beneficios sociales y laborales.
Esto puede dejar a los trabajadores en una posición vulnerable, sin protección adecuada en caso de enfermedad, accidente o desempleo.
Inseguridad laboral:
Al no tener un contrato formal de trabajo y estar sujetos a condiciones laborales precarias, los falsos autónomos enfrentan una mayor inseguridad en el empleo.
Pueden ser despedidos sin previo aviso o perder contratos de manera abrupta, lo que dificulta la estabilidad económica y la planificación a largo plazo.
Explotación laboral:
Las empresas que recurren a la figura de los falsos autónomos a menudo buscan reducir costos y aumentar sus márgenes de beneficio.
Esto puede llevar a prácticas de explotación laboral, como el pago de salarios bajos, la imposición de largas jornadas laborales sin compensación adicional y la negación de derechos laborales básicos.
Los trabajadores pueden sentirse obligados a aceptar estas condiciones por temor a perder su trabajo o sus ingresos.
Evasión fiscal y fraude laboral:
La contratación de falsos autónomos puede utilizarse como una estrategia para evadir impuestos y eludir responsabilidades fiscales y laborales.
Al no contribuir a la seguridad social ni retener impuestos sobre la renta, las empresas pueden reducir sus costos laborales y obtener una ventaja competitiva injusta sobre aquellas que cumplen con sus obligaciones fiscales y laborales.
Impacto en la economía y el bienestar social:
La proliferación de falsos autónomos puede tener un impacto negativo en la economía en su conjunto y en el bienestar social de la sociedad.
La falta de protección laboral y social puede aumentar la desigualdad económica y social, y contribuir a la precarización del empleo y la erosión de los derechos laborales.
La evasión fiscal asociada con esta práctica puede socavar la financiación de servicios públicos esenciales y programas de bienestar social.
¿Cómo denunciar situaciones de falsos autónomos?
Lo más recomendable es realizar una denuncia a la Inspección del Trabajo en el momento que se está desarrollando la labor.
- Denuncia anónima en buzón de lucha contra fraude laboral: en este formulario el denunciante no es identificado pero el denunciado si. Si hay diferentes pruebas del hecho se realizará una inspección de trabajo.
- Denuncia formal: en este proceso el inspector determina que la relación es nula a favor del falso autónomo.
- Denuncia en el Juzgado de lo Social: el juez será quien reconozca la situación como falso autónomo y demande a la empresa la indemnización y la contratación.
- Denuncia en el Juzgado de lo Social después de un despido: es útil cuando una empresa despide y renuncia a los servicios y se trata como un despido de un empleado ya que se hace un reconocimiento de la relación laboral.
Regulación de falso autónomo por parte de la Inspección de Trabajo
En 2022, la IT realizó 13.450 investigaciones en empresas, en las que hubieron 27.183 infracciones y 38.779 empleos regularizados.
Entre 2020 y 2022 se corrigieron más de 80.000 falsos autónomos.
¿Cuál es el papel que juegan los sindicatos y las organizaciones laborales en relación con los autónomos falsos?
Los sindicatos y las organizaciones laborales desempeñan un papel importante en la defensa de los derechos de los trabajadores y la lucha contra la precarización laboral.
Pueden proporcionar apoyo, asesoramiento legal y representación a los trabajadores afectados por el falso autónomo, así como abogar por cambios en las políticas laborales y la legislación.